Potencia tu marca personal para acceder a un empleo
La marca personal resulta determinante para nuestra empleabilidad. Saber quiénes somos, qué podemos ofrecer (que sea distinto al resto) y cuadrar todo ello con las exigencias del nuevo mercado laboral impulsa la transformación de nuestra carrera profesional.
Si busca soluciones reales a los problemas concretos que se dan en el nuevo escenario profesional, hipercompetitivo y cambiante, siga este consejo: considérese usted mismo un proveedor de servicios que, para brillar, se esfuerza por superar las expectativas; por actualizarse, con una mentalidad de I+D profesional; por aprender y encontrar un área de especialización. Desarrolle sus estándares individuales como YO S.A. para aportar más valor que el resto de competidores, porque crear su propia empleabilidad es mucho más que una habilidad profesional. Debe venderse como si fuera una empresa o un producto, y diseñar su carrera pensando en quién podría invertir en su talento, demostrando resultados y asumiendo riesgos.
No debe olvidar que gestionar nuestra marca personal consiste en el arte de invertir en nosotros mismos sobre la base de crear valor para los demás. Loles Sala, directora de Human Age Institute, recuerda que “la marca personal es una promesa de valor. Se trata de una huella que todos debemos dejar, y ésta ha de ser auténtica, honesta, relevante y diferente. Importa qué dice, cómo lo cuenta, cómo conecta con el alma del otro, y la coherencia entre lo que dice que es y lo que es realmente”.
Para Eva Collado, consultora estratégica de capital humano, “la marca personal tiene que ser sólida, humana, creíble y auténtica. Si la construimos bajo estos parámetros y la trabajamos mucho es lo único que la puede llevar al éxito. Lo demás se convierte en humo que se lleva el viento”. Otras claves para tener una buena reputación serían mostrarse humilde y recordar que por mucho que uno pueda progresar y crecer siempre hay personas de las que se aprende.
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Escucha estratégica
Para Silvia Leal, mentora de Human Age Institute, cabe preguntarse “por qué le escuchan a usted cuando en realidad todo el mundo está tratando de venderse. Resulta fundamental escuchar -en las redes y en el mundo real- para ser visible y resultar atractivo. Mire al otro y escúchele. Sepa qué dice y qué ha hecho. Haga una escucha activa de las personas que le interesen para acceder a ellas y lograr que se fijen en usted”.
Leal cree que “pasamos de la fase de publicar a la escucha inteligente para establecer una estrategia de personalización. Hay que llamar la atención de otras personas y saber captar su interés con inteligencia. A esto se le llama escucha estratégica, y es una forma de pasar a la acción”.
Carlos Rebate, autor de Influencers. Todo lo que necesitas saber sobre influencia digital, coincide con Leal en la necesidad de escuchar atentamente y de construir relaciones con las personas más relevantes de nuestro sector. Pero en esa construcción de la marca personal sólida destaca asimismo la importancia de encontrar un nicho y ceñirnos a él; de descubrir algo que nos apasione y dedicarnos a ello; de exhibir nuestro talento, compartir lo que pensamos, ser generosos y enseñarle al mundo quiénes somos. Y atesorar evidencias digitales (y analógicas) de nuestra experiencia y conocimientos, con la determinación de aprender cada día.
Eva Collado se refiere a la importancia de ayudar a quien lo pida, dentro de nuestras posibilidades; apoyar y animar a su comunidad; agradecer y responder; colaborar; hacer suyos los éxitos de los demás y compartirlos; mostrarse auténtico y único, tratando de no imitar a nadie, y sin subestimar a su comunidad pensando que le puede vender lo que no es. Y, finalmente, adoptar la filosofía 2.0, que implica ayudar, compartir, comunicar, cooperar, debatir, aportar y transformar, siempre intentando generar valor y sumando a los demás.
Collado recuerda además que “la marca personal no es para venderse, sino para que le encuentren; no es para mostrarse y ser marca, sino para crecer de forma colaborativa; no es para ser el más listo ni el mejor, sino para convertirse en el mejor porque sirve a la comunidad y se hace imprescindible. Y no es trabajar con la Red. Es trabajar en red”.
Profesión con dos apellidos
Carlos Rebate cree que la marca personal es determinante en nuestra empleabilidad. Añade que “no se trata tanto de venderse como de hacer que nos compren, de atraer a las personas adecuadas hacia nuestro perfil profesional, porque nos hemos convertido en un referente en aquello que sólo usted sabe hacer”.
Rebate opina que en esa reinvención de nuestra profesión, “es importante participar de forma consciente, a través de nuestros contenidos, en la temática por la que queremos ser encontrados. El reto es encontrar esa posición especial y auténtica. Nuestra profesión con dos apellidos. Y la buena noticia es que nunca antes había sido tan fácil inventar nuestra propia profesión como ahora”.
Para inventar esa profesión con dos apellidos, recomienda “explorar en las intersecciones que quedan entre aquello que nos apasiona y en las que existen entre distintas ramas del conocimiento (humanidades, ciencias y artes). Hay un espacio fértil para la creatividad y el desarrollo de posiciones especiales de marca personal. Y, en el mundo actual, saturado de información no diferenciada, ‘especial’ siempre es la respuesta. Si destaca en dos o más ramas del conocimiento, hay que explorar esas intersecciones. Allí donde se mezclen varias disciplinas habrá una oportunidad de mestizaje y un nicho por explorar”.
Juan Carlos Cubeiro, head of talent de ManpowerGroup, añade que “la empleabilidad no se refiere sólo a tener un empleo, sino a poderlo desarrollar de manera digna“. Añade que esa promesa de valor, que es conocida y que encaja en la cultura de la organización en la que uno espera trabajar, “no puede implicar dejar de ser uno mismo. No se puede falsear. Construir una marca es perseverar, e implica ser coherente en el tiempo y seguir una pauta, estar en la misma línea. Esto hará que le sigan por el interés que genera”.
María José Martín, directora general de Right Management, explica que “mejorar la empleabilidad significa ser diferente. Se trata de saber qué busca el mercado y cómo nos adaptamos a él. Nuestra marca tiene que ver con quiénes somos, qué queremos ofrecer y cómo cuadra eso con lo que busca el mercado”. Y todo en una posición de learnability (aprendizaje permanente) para estar en vanguardia, que nos contraten y resultemos atractivos a los reclutadores. Martín insiste en la necesidad de formarse continuamente e identificar qué retos tenemos que afrontar para ganar valor en el mercado.
Quiénes somos, qué ofrecemos y qué pide el mercado tiene que ver con la marca personal y con qué hacemos (diferente del resto), cuál es nuestro mejor talento y qué valor ofrece. Martín sugiere la necesidad de saber qué nos hace diferentes y cuál es nuestra visión sobre la carrera personal que vamos a ejecutar, cómo nos posicionamos como profesionales, cuáles son las áreas más débiles y cuáles son nuestras fortalezas: “Hay que desarrollar un plan de acción para obtener resultados y pasar lo anterior a la trayectoria profesional, sabiendo muy bien cuáles son los canales en los que debemos movernos para vendernos”.
Guillem Recolons, socio de Soymimarca, recuerda que el 80% de los candidatos a un empleo lucha por conseguir un 20% de la oferta que se hace pública: “Sabemos que el mercado de oferta de empleo oculta ronda el 80%. Para crear la empleabilidad es clave detectar las fuentes reales de oferta, y para ello no existe otra técnica que la comunicación boca a oreja. Es aconsejable crear una lista de todas las personas a las que tenemos acceso fácil y que pueden dar fe de nuestra valía profesional. Nuestros socios clave. En segundo lugar, debemos trasladarles nuestra intención de cambiar o conseguir un empleo, en qué área de especialidad y con qué aspiración económica”.
Recolons cree que “con una marca personal fuerte, el proceso de acceso al 20% de la oferta pública será más sencillo. El secreto es detectar la propuesta de valor, aquel problema que podemos solucionar de forma excelente a la empresa que nos contrate. Es interesante saber que un candidato es ingeniero civil, pero todavía lo es más comunicar que puede construir túneles submarinos a un precio más bajo con una tecnología más ágil y segura. El segundo secreto es trasladar esa propuesta de valor a los posibles interesados en contratarnos y a nuestros socios clave. Para ello disponemos de innumerables formatos entre el off y el on. Hay que pensar en la combinación diferencia-relevancia. Así, quien haya publicado un libro tendrá ventaja (será más visible), también quien tenga y mantenga un blog, o un canal de vídeo que explique sus competencias y propuesta de valor. Mejor pocos canales y con buenos contenidos que estar en todas partes”.
Por su parte Andrés Pérez Ortega, consultor en estrategia personal, recuerda que “no vamos a tener el mismo empleo ni posiblemente la misma profesión toda la vida. Se nos ha dicho que debemos pensar como empresas, por proyectos. Pero la realidad es que los más jóvenes están deseando sacar unas oposiciones y los más sénior quieren prejubilarse. Y se llama emprender a ir a la caza de la subvención. Así que buscar la propia empleabilidad es algo que hemos dejado para Tom Peters con su YO S.L. o para Dorie Clark con su Entrepreneurial You. Todo el mundo habla en las redes de ser su propio jefe aunque debería hablarse más bien de ser su propio empleado y de aquello tan Mr. Wonderful de perseguir nuestros sueños. Pero lo cierto es que en cuanto sale el tema en alguna ponencia o en un post de un blog, los asistentes y los lectores dicen que no todo el mundo puede crear algo por su cuenta y que eso sólo es para unos pocos. Mientras tanto, una parte importante de profesionales de otros países que vienen a buscarse la vida son capaces de emprender o poner en marcha un pequeño negocio a los pocos meses de llegar”.
Pérez añade que los gobiernos no facilitan las cosas, y ponen todo tipo de trabas. Cree que la mayor parte de escuelas de negocios están pensadas para crear directivos, pero no emprendedores o profesionales independientes. Asegura que “la cuestión de la propia empleabilidad quedará como algo con lo que organizar jornadas y mesas redondas pero, tal y como están las cosas, será algo que la mayoría de la gente esperará que hagan otros”.
Pérez concluye que “el futuro de la marca personal está muy relacionado con lo anterior. El objetivo del branding personal es posicionarse de tal manera que aumente nuestro valor y, sobre todo, nuestras opciones profesionales. Eso implica más libertad de elección y, también, más responsabilidad. Y ahí está el problema. Asumir responsabilidades no es algo que abunde en nuestro país. Es mucho mejor quejarse del departamento de recursos humanos, de los empresarios, del sistema o de lo que sea antes de asumir el control. La marca personal implica trabajo, paciencia, disciplina, persistencia, creación de valor, y muchas otras cosas que ya no están de moda. Competir es casi un pecado; la disciplina es algo de otros tiempos… Vivimos en los tiempos de los influencers y de generar notoriedad inmediata y efímera. El branding personal tiene futuro pero será, como siempre, algo para una minoría dispuesta a pensar a largo plazo y a no dejarse llevar por la marca social”.
Fuente: expansion.com